Estudio sobre la piel

Un cuerpo bajo una mirada atenta puede sentirse vulnerable, aún más si lo miramos a través de una cámara y fotografiamos todos sus detalles. He querido observar el cuerpo y explorar cada muesca que surge con el movimiento, con el frío… pero también aquellas que ha ido creando el tiempo. Observarlo de esta manera me ha dado la oportunidad de descubrir la respuesta que crea la piel. Nuestra relación con el cuerpo es efímera: cambia y evoluciona. Encuentro una belleza inusual en las formas que crean el cuerpo y la piel en función de nuestros movimientos y los agentes externos. Quiero explorar la intimidad que supone observar un cuerpo en esas circunstancias, pues la relación que se crea entre el que observa y el que es observado no puede ser más que íntima.